lunes, 10 de septiembre de 2012

Una Dama Sin Fortuna//Jemi//cap1//part1


El requerimiento que Demi Lovato temía había llegado por fin.
            Tomando en brazos a su pequeño sobrino, presionó los labios contra su sedoso cabello, que tenía el mismo tono castaño de su fallecida madre. ¡Si al menos pudiera absorber algo de su inocente optimismo y de su obstinado valor! Necesitaba ambas cosas desesperadamente.
            Ajeno a la angustia de su tía, se revolvió entre sus brazos, riéndose de felicidad por estar vivo y ser querido. Durante un instante, su alegría hizo que Demi se olvidara de su persistente tristeza y las preocupaciones del futuro. Le trazó con la yema de los dedos el contorno de la boca y el mentón, que le recordaba a su hermano. Le reconfortaba saber que parte de su hermano y de su hermana vivía en aquel niño tan querido. No debía fallarle como les había fallado a ellos.
            -Por favor, señora –dijo la doncella que había sido enviada para recoger a Demi-. El señor quiere que venga enseguida. Si le hace esperar se pondrá de mal humor.
            -Por supuesto, Bessie –la frágil burbuja de felicidad del interior de Demi estalló ante la mención del tío Henry.
            Tras haber esperado cincuenta años sin apenas esperanza de heredar el titulo de Lovato y la hacienda, el nuevo marqués parecía impaciente por recuperar el tiempo perdido.
 -¿Podrías cuidar a David por mí? No me atrevo a llevarlo conmigo, si lo dejo en la cuna llorará.
            Y valla si lloraría. Gritaría todo lo que le permitieran sus pequeños y sanos pulmones. Todavía era demasiado pequeño para entender que esos arrebatos resultaban impropios. Lo último que Demi necesitaba durante el encuentro con su tío era los penetrantes gritos de David resonando a través de la decorosa quietud de la mansión Lovato.
            -Pero señora –Bessie dio un paso atrás con gesto cansado –voy muy retrasada con mi trabajo. El señor quiere que ventile y que quite el polvo de la habitaciones, que friegue los suelos y limpie las ventanas. ¿Cómo voy a hacer todo eso además de mis otras obligaciones si me manda a dar recados y me piden que haga de niñera?
            Demi parpadeo irritada. Unos meses atrás, ninguno de los sirvientes se hubiera atrevido a incumplir una orden de la señora de la casa Había cambiado muchas cosas en la mansión desde la muerte de su hermano… y ninguna a mejor.
            -Por favor Bessie –Demi odiaba tener que rogar pero no le quedaba más elección-. No tardaré mucho, te lo prometo. Y cuando haya dormido a David esta noche vendré a ayudarte a fregar.

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