El
miedo que se había apoderado de Demi desde la muerte de su hermana se hizo más
intenso, amenazando hacerse más intenso amenazando con hacer añicos su dolido
corazón.
-Por favor tiene que haber alguna
otra manera. La mansión es muy grande y tiene muchas zonas sin habitar ¿No
podía trasladarse con David a una habitación del ala Norte? Nadie tiene que
saber que estamos allí.
-Yo lo sabría –el tío Henry parecía
conmocionado ante la sugerencia –Quiero darle a la señora Bullworth mi palabra
de que el niño no vivirá bajo su techo y sabes que la palabra de un Lovato es
sagrada.
-Sin duda también es sagrada tu
responsabilidad hacia ese niño de tu misma sangre. Si no puede quedarse en la
mansión buscarnos un pequeño piso o dame algo de dinero y me iré lejos con él.
Le resultaría muy doloroso abandonar
esa antigua mansión cargada de historia. Pero renunciar a su sobrino que era lo
único que le quedaba de sus hermanos seria muchos más duro.
-Eso es imposible –el tío Henry
parecía sorprendido y molesto por no hacer caso a sus deseos- No serviría malo
para la imagen de la familia y más ahora que estamos intentando restaurar el
nombre de la familia.
-Pero no puedo dárselo a unos desconocidos
–protesto Demi- Es muy pequeño y está muy apegado a mí desde la muerte de su
madre.
-¿Apegado? ¡Tonterías! –El marqués
alzo la nariz- Un niño de esa edad es nada más que un vegetal que un animal.
Mientras este vestido, bajo techo y reciba el alimento adecuado se encontrará
satisfecho. Para cuando tenga edad de razonar ya se habrá olvidado de ti.
Si eso era verdad, la idea no le
reconfortaba a Demi. Aunque David la olvidara, ella nunca se olvidaría ni
dejaría de llorar por él. Tal vez porque era tan pequeño y indefenso y dependía
completamente de ella.
Antes de que se le ocurriera algún
argumento que pudiera hacer que su tío cambiara de opinión, este se levanto de
la butaca para dar a entender que la conversación había terminado.
-Ya he tomado una decisión. El niño
tiene que irse. Tienes dos semanas para encontrarle un hogar. Si para entonces
no lo has encontrado, yo mismo le buscare uno.
Aunque una docena de sentimientos
desesperados atravesaban su corazón, la compostura formaba parte de su carácter
por lo que Demi solo pudo limitarse a murmurar:
-Lo entiendo, tío.
-Buena chica –Dijo Lord Henry-. Que
no te quepa duda de que mientras yo sea la cabeza de la familia, tú siempre
tendrás un hogar.
Siempre y cuando no se quedara con
el hijo de su hermana Selena. Tenía dos semanas para encontrar un hogar a David
y prepararse para separarse de él. En caso contrario se vería arrogada al
mundo, sin amigos, ni recursos para ganarse la vida y mantener a su sobrino.